Imágenes Iglesia del Hospital de la Caridad.
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La curación del paralítico.
En esta pintura se representa a una de las principales obras de misericordia: la visita y el acompañamiento a los enfermos. Según Miguel Mañara, de hecho, si la hacemos durante nuestra visita terrenal, esta obra de misericordia nos conducirá a la vida eterna. En el cuadro se representa la escena evangélica de la curación del paralitico. En un segundo plano podemos ver una piscina, que antiguamente estaba considerada como lugar de purificación y curación. Cerca de la piscina yace un paralitico que por sí solo no consigue sumergirse en las aguas medicinales. En ese momento llega Jesús, con sus apóstoles, que le ayuda, le acompaña y además, con sólo tocarle, le cura. El cuadro representa la obra de misericordia de visitar al enfermo, aquel que está solo y no tiene a nadie que le acompañe.
San Juan de Dios transportando a un enfermo - Bartolomé Esteban Murillo.
El cuadro nos cuenta la historia de San Juan de Dios que, mientras vuelve a su casa en Granada, se encuentra a un enfermo en el camino. Sin preguntarle quien era ni que le había ocurrido, lo cargó en sus espaldas y lo llevó a su casa para curarle. El cuadro recoge el momento en que San Juan, cansado, cae al suelo y en ese preciso instante el Ángel, enviado por Jesús, lo ayuda y le dice que el enfermo es el mismo Dios, el cual se le había aparecido para agradecerle su amor y su bondad hacia el prójimo. El mensaje hace una referencia explícita a la obligación de los hermanos de transportar enfermos y pobres encontrados en la calle, además de ser la imagen metafórica de aquel que posee todo y ayuda a quien no tiene nada y vive en la indigencia.
LA LIBERACIÓN DE SAN PEDRO
Este cuadro pertenece a un pasaje del Nuevo Testamento, más concretamente al capítulo 12:7-10. San Pedro fue encarcelado con la acusado de predicar la palabra del Señor y de contar la resurrección de Cristo a los judíos. Tras orarle al Señor, le envía un ángel que le abre la puerta de la cárcel para permitirle huir y volver a la libertad para poder continuar predicando la buena noticia de Jesucristo. El cuadro representa la obra de misericordia de redimir al cautivo. Como características barrocas, encontramos algunas como que juega con la oscuridad y con una búsqueda de la espiritualidad.
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA CURANDO A LOS TIÑOSOS
Representa a Santa Isabel de Hungría (s. XIII) dando cobijo a los enfermos en el hospital que les hizo construir en su palacio y curándolos de enfermedades como la peste, o la tiña. En aquel entonces, a las personas enfermas se les exiliaba a guetos para evitar contagio; este cuadro representa el dar a mor y compañía a aquellos que están solos.
ABRAHAM Y LOS TRES ÁNGELES
Esta obra pertenece al Génesis 18:20, donde Abraham encuentra delante de su casa a tres peregrinos que volvían de un largo viaje. Cansados y hambrientos después de muchos días de camino llegan a casa de Abraham quien les abre las puertas para hacerles descansar y darles de comer. Los tres peregrinos se transforman en tres ángeles enviados por el Señor para agradecerle a Abraham su amor hacia el prójimo y comunicarle la llegada de su hijo Isaac. El cuadro representa la obra de misericordia de dar posada al peregrino. Los tres peregrinos son representados también por la iglesia como la Santa Trinidad (Padre, Hijo y espíritu Santo). Desde el aspecto del barroco, juega una vez más con la espiritualidad, la valorización del detalle, los contrastes de las luces y sombras, y el sentido del movimiento.
eL RETORNO DEL HIJO PRÓDIGO
La escena está tomada del Nuevo Testamento, que Jesús narra en el Evangelio (capítulo 15). El hijo menor pide su herencia a su padre en vida y, tras haber malgastado su patrimonio con una vida disoluta y haber acabado pastoreando cerdos, vuelve a la casa del padre, pensando que podría vivir al menos como sirviente. Pide el perdón de su padre y él en lugar de enfurecerse, va a su encuentro mientras está volviendo y pide a sus criados que traigan paños limpios, el anillo y que sacrifiquen al becerro cebado para hacer fiesta. El cuadro representa la obra de misericordia de vestir al desnudo.
MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES
El cuadro muestra el milagro de Jesús de la multiplicación de los panes y los peces, narrado en el pasaje Mateo 14:13-21. Está representado el momento en que Jesucristo multiplica los cinco panes y los dos peces ofrecidos por un muchacho y recogidos por el Apóstol Felipe. Todo ello para saciar el hambre de la gran muchedumbre que había ido a escucharle y que no podría llegar a sus casas a una hora razonable. El evangelio cuenta que Jesús hizo que las personas se sentaran en grupos de cincuenta y que dio de comer a todos. El cuadro representa la obra de misericordia de dar de comer al hambriento.
MOISES HACIENDO BROTAR AGUA DE UNA ROCA
Narra una conocida historia tomada del Antiguo Testamento (20:1-13): Moisés y la roca en el desierto. Moisés huyendo de Egipto seguidos por el pueblo judío, tras atravesar el mar rojo, llegan al desierto, donde, con su pueblo, andará casi 40 años. El pueblo judío podría morir de hambre y sed, Moisés ora a Dios, que le envía el maná del cielo para saciar el hambre y le ordena a Moisés que golpee una roca tres veces con su bastón. De ésta brota suficiente agua para saciar la sed de todo el pueblo que así podrá continuar su largo viaje. El cuadro representa la obra de misericordia de dar de beber al sediento.
RETABLO MAYOR POR PEDRO ROLDAN
Considerado el retablo barroco más bello de Europa, mediante el cual se representa la séptima obre de misericordia. En este conjunto han colaborado otros autores. El relieve del descendimiento es del Valdés Leal y la escultura es de Pedro Roldán, mientras el retablo fue realizado por Bernardo Simón de Pineda. La figura principal representa la sepultura de Cristo y se refiere a la obra de misericordia de dar sepultura a los difuntos, una de las principales misiones de la Hermandad en el siglo XV.. A la izquierda vemos a San Jorge con el dragón muerto a sus pies. A la derecha se reconoce a San Roque, patrón universal de las epidemias, con el perro que le acompaña con un pedazo de pan en la boca. El retablo está coronado por tres figuras: la Fe a la izquierda representada por una figura femenina que lleva la cruz y un cáliz, la Caridad en el centro, representada por una figura femenina rodeada de niños y finalmente la Esperanza representada por una figura femenina con un ancla, significa aquello que nos mantiene unidos a la vida. En la parte superior aparece un símbolo recurrente del barroco: la inscripción en arameo “Yahvé” (Dios).